VELAS EN EL AGUA
VELAS EN EL AGUA
Cayó una gota, Virginia Woolf.
Cambié de rostro.
Me alejo ahora de la estatua del río
que inútilmente me tiende los brazos,
las manos,
los dedos.
La dura mirada.
Una gota ha caído en todas las clepsidras
y un rostro ha temblado
a la vista de su propia desaparición.
LOS SECRETOS
LOS SECRETOS
La mariposa parpadea como la luz.
La luz parpadea como una mariposa.
Los ojos se deslizan y se quiebran
no sabiendo si son ojos
mariposa
o luz.
VELAS EN EL AGUA
Cayó una gota, Virginia Woolf.
Cambié de rostro.
Me alejo ahora de la estatua del río
que inútilmente me tiende los brazos,
la manos,
los dedos.
La dura mirada.
Una gota ha caído en todas las clepsidras
y un rostro ha temblado
a la vista de su propia desaparición.
LOS SECRETOS
Mariposa y luz
La mariposa parpadea como la luz.
La luz parpadea como una mariposa.
Los ojos se deslizan y se quiebran
no sabiendo si son ojos
mariposa
o luz.
AL PAÍS DE POE
He mirado por la ventana. Una bandada de cuervos. La primera bandada de cuervos que veo en mi vida. Aparece en la noche y ocupa los árboles. Y el cielo de la noche se hace más azul. Así de negro es el vuelo. Como para hacer de una noche oscura una noche azul.
CAFÉ INVIERNO
Ennio Moltedo -Propongo una realidad diferente, una nueva realidad. Este acontecer diario no es satisfactorio ni moral, ni social, ni artísticamente, al menos así lo veo yo. El ser humano me da la impresión de que está cada día más desprovisto de buenas intenciones, de buenos actos, entonces hay que ofrecerle algunas nuevas alternativas y éstas deben ser más éticas. Hay que acostumbrarlo a que sea más veraz y, por sobre todo, hay que acostumbrarlo a la libertad. La poesía, estimo, es el mejor ejemplo de una libertad absoluta y sin ella no se puede hacer poesía, y sin verdad tampoco se puede hacer poesía, ni se puede hacer ningún arte. Entonces yo propongo une nueva realidad basada en estas dos condiciones: libertad y verdad.
UNA FORMA DE HUELLA
EN LA ARENA
Lo real
No eres un rey. No eres real.
Tampoco eres un príncipe
porque, que tú lo sepas, no tienes principio.
No eres tampoco el guardián de las puertas
que una tarde abre sus hojas
al paso de la muerte real
para luego cerrarlas.
No eras ni siquiera el jardinero del rey.
Pero tú, en cambio, fuiste la flor del jardinero.
A TRAVÉS DEL ESPEJISMO
¿Cómo hablar del jacarandá en estos tiempos que corren? Pues míralo de nuevo. Nunca sabrás cuándo cae el beso seco a las aceras. Nunca oirás el golpe, aunque duermas y la ciudad esté en completo silencio. Esa hora del árbol en que una caja cae a tierra, trizándose en dos labios, debe ser la hora del cielo sin color, insensible. La hora en que el árbol duerme y no existe.
PLAYGROUND
Aquí el niño suspendido entre dos líneas y el trazo en un árbol invisible. Un impulso de pies. Un chirriar de círculos.Y un golpe de pájaros. Todo esto. Y sin alas.
PROSA DE LOS VIENTOS
Rosas
Al final todo fue un paisaje de nieve. Tiempo depositándose hasta donde no alcanza la vista. Hasta donde no llegan las palabras, allá abajo, en las rosas heladas que pudieron existir -que no se abrieron ni se deshojaron- entre las blancas raíces del silencio.
TRES HEBRAS ROJAS
Gonzalo Millán -Tenemos muchas instituciones de la civilización nuestra que son verdaderos golems. Por ejemplo, toda la industria militar, todo el aparato de seguridad ¿qué es?, un golem. Lo creamos para que nos defendiera y ya salió de control, creció tanto que sencillamente ahora amenaza nuestra vida. También en el plano personal, cómo nosotros vamos creando la sombra, ese ser, ese doble nuestro que no nos gusta, que aceptamos, que no es la persona que reconocemos. Y esa sombra va creciendo a medida que la ignoramos, hasta que se apodera de nosotros. Eso produce las disociaciones de doctor Jekyll y mister Hyde, hasta que ya desaparece el ser original. Y sobre eso es el poema, como un gran símbolo en el plano individual y en el plano colectivo.
JORGE TEILLIER,
LOS PAISAJES DEL POETA
1984, año de Orwell, según todos los literatos. La poesía lárica existió en mí y tal vez sigue existiendo. Y Eddy Poe está vivo. Y yo estoy vigente cada vez que alguien escucha a Judy Garland o se peina como Gardel o lee la primera edición de Crepusculario o el poema de Baudelaire a su sirvienta o el de Rimbaud a su cárcel o el de Verlaine a su celda o el de Pezoa Véliz a un entierro en el campo. (extracto carta)